Retrospectiva

En cuanto recibí las llaves no dude ni un solo momento en correr a mi habitación y encerrarme bajo llave, deje algunas cosas que había comprado sobre la mesa y me dirigí directo a la estufa de aquel pequeño cuarto, busque una tetera para calentar agua y la puse al fuego. En ese momento di gracias al señor del hotel quien muy amablemente me ofreció uno de los cuartos de servicio, se notaba que mi estadía seria prolongada y que como huésped ordinario mis fondos no serian suficientes. En ese momento el sonar de la tetera me saco me mi trance, la tome rápidamente y después de alcanzar una taza la llene con agua caliente y me dispuse a preparar un té, eso siempre calmaba mis nervios.

-No cabe duda este mundo es cada vez más retorcido y loco- me dirigí lentamente a la pequeña mesa que se encontraba y me senté a observar el paisaje por la ventana algo perturbada, recordando tremenda escena y con la sensación de que cualquiera de los presentes llegaría a tocar a mi puerta dispuesto a matarme.

Cuando recobre la calma saque lo que quedaba de una espada envuelta en vendas y sellada con algunas etiquetas en señal de respeto, eso me dejaba un poco nostálgica, sabia que podía hacer algo con ella, pero la etapa la etapa letárgica nublaba mi juicio, era primordial encontrarme con aquel enigmático ente.

Aquella taza de té había puesto orden en tan problemática situación.

Dejo la taza sobre la mesa entre angustiada y enfadada, vi el pequeño reloj en la pared tengo 59 segundos para pensar.

-Si se enfría el té, no sera lo mismo- susurré mientras me levantaba de la silla y caminaba hacia la puerta.

Quito el seguro en la puerta sin quitar el pasador y entre abro la puerta.

-¿Vas a permitir que mi conciencia cargue la muerte de terceros solo por una puerta?- Miraba detenidamente a mi huésped, se veía un poco más tranquilo.

Volteo hacia el suelo, y cierro la puerta para correr el pasador y que la puerta se abra por completo. Me quedo de pie viéndolo fijamente.

-Pasa- me doy media vuelta y camino a la mesa, tomo la taza con el té y pruebo un poco mientras me siento lentamente.

-Pero que conste que la puerta ya estaba abierta- Hago una seña de que se siente a compartir este momento.

- No te preocupes mis ojos han sido testigos de eventos similares a este-

No puedo creerlo, para ser sincera me ofendió más el hecho de que pensará que yo tendría alcohol que la sangre pero bueno tal vez sea la ultima persona que vea entonces. Comencé a agitar la muñeca izquierda, en ese momento la comenzó a acercarse la tetera, junto con una taza que se encontraba cercas, ambas se colocaron ante el individuo y comenzó a verterse el agua caliente en la taza , con ligero movimiento de la muñeca el resto de los ingredientes estaba listo para ser utilizado por él.

Recordé una vieja botella de vino que tenia de mi viaje al pueblo de los sobrevivientes de tierras inferiores, ese vino solo era utilizado en ocasiones especiales y consideré en ese momento que mi muerte lo sería. Así como la tetera y la taza, la botella y un vaso se pusieron a disposición del invitado.

Voltee a la puerta donde se encontraba el cadáver del botones y comencé a pronunciar algo que con dificultad distinguía si lo había hecho de manera adecuada y por un costado del sujeto paso una copa llena hasta los bordes de sangre y de igual manera se coloco frente a él.

Podría sentir como esa marca maldita se hacia un poco más grande por lo que acababa de hacer solo esperaba que el sujeto no se percatará, lo único que evitaba que gritará de dolor es aquella vieja espada escondida en mi ropas la cual tomaba con fuerza por encima de mis ropajes.

-Toma lo que gustes- sonreí mientras tomaba de nuevo mi taza y tomaba un poco más.

Solo esperaba que tomará algo y la lluvia de preguntas comenzaría.

Tomo delicadamente la mano que rodea mi cuello y coloco su mano junto a la mía sobre la mesa, mientras que con la otra mano deslizo sobre mi piel un pañuelo y limpio aquella saliva, sabia que esto podría costarme la vida pero a estas alturas pensaba que recabar información en el otro mundo sería más productivo.

-No confunda la hospitalidad con otro tipo de "intereses"- rápidamente dejo la mano y tomo aquella espada vieja sellada y la coloco entre su rostro y el mio, esa espada no era muy imponente estaba quebrada a modo de parecer una daga y además estaba muy bien sellada imposible de usar en unos pocos movimientos.

-Por favor, guarda tu distancia- mientras frotaba la espada contra su mejilla y presionando, señalando que me diera mi espacio.

-Mejor dime ¿para que has venido hasta acá?, eso es lo que me interesa mas de ti en este momento- Con una mirada más de miedo que de rechazo.

Tuve que apartar mi vista de esa mirada que parecía estar ansiosa por llevar esto a otro nivel, así que deslice la espada sobre aquella mesa y la mire fijamente para despejar mi mente y volví a verlo con determinación a responder.

-¿Qué hacia en aquél lugar?, simple volvía de un viaje "especial", al parecer en un momento no muy indicado, segundo, dada mi habilidad de poder interactuar con espíritus me percate fácilmente de su presencia- Por un momento mi voz se silencio pasar saliva era como querer pasar piedras por mi garganta en ese momento, no entendía porque le estaba diciendo todo a aquel extraño.

-Y con respecto a su segunda pregunta digamos que soy una persona que salio de un lugar al que no puede regresar, pero creo que ya he hablado demasiado y ni siquiera se su nombre-

Coloco mis manos sobre mis piernas.

-Veo que eres caballero, me alegra saberlo- Me pongo de pie e igualmente hago una reverencia.

-Mi nombre es LanXscoo McGar...- me quedo fría por un instante.

-LanXscoo solamente- no seria nada prudente si conociera mi apellido, tal vez este lejos de tierras inferiores pero no me puedo arriesgar. Procedí a sentarme.

-Me sentiría de lo más cómoda con un pacto de no agresión, sería una pena que un buen aliado tenga que ser lo ultimo que mis ojos vieran- Tomo la taza el poco té que queda en el fondo se siente frío, tengo una expresión de disgusto por la mala sorpresa en mi taza.

Hago llegar as mi un poco de aquella esencia con la que preparé anteriormente mi té y mezclo con una cuchara que tenia a la mano.

-Era de esperarse, quiero creer que eso no tiene nada que ver con la escena del cementerio- Porque lo que pudiera seguir podría ser algo relacionado con lo ocurrido en tierras inferiores, espero equivocarme.

Comienzo a cabecear un poco, los eventos del día me tenían consternada, pero mi ansiedad por información era más fuerte.

-Casi lo olvido- me reanime de pronto, busque de entre mis ropajes como si no recordará donde lo hubiese dejado, al momento saco un pequeño cascabel atado con un hilo rojo atado a un pedazo de pergamino con la palabra "LanXscoo" igualmente escrito en rojo, lo coloco sobre la mesa -cuando necesites encontrarme solo has que suene, el pergamino se reescribirá con mi posición exacta- sonrió mientras inclino mi cabeza a la izquierda - uno nunca sabe cuando se pueda necesitar ayuda- tomo un poco de mi té, clavo la mirada para ver cuando lo tome.

Me quedo asombrada, se eso fue el preparativo no quiero saber como se pondrá la guerra.

-Entonces soy yo quien se está quedando atrás- me quedo pensativa, -Tengo una duda el que estaba "observando" junto conmigo ¿es conocido tuyo o también tuvo ese encuentro afortunado? Espero impaciente su respuesta.

-Eso significa que para él no hay visita- Doy un gran suspiro.

-Me alegra saber que este honor es todo mío- hago una pequeña pausa.

-¿Esclavo?, si se lo pidiera así creo que ni yo lo "aceptaría", pero el nigromante que me dices tiene aires de humano, o ¿es sólo una de sus "caras"? le digo un poco confundida.

-Bueno, viniendo de alguien que cambia una sonrisa cálida a una un poco más "alocada", esperemos y no tenga más que esa cara- Tomo más té, -y tu ¿dónde vives?, no creo que seas de los tipos que despierta en las mañanas con el sol en la cara-

-Creo entender un poco, entonces, ¿no tienes en donde quedarte por el momento verdad?- Me quedo pensativa un momento tal vez me arrepienta de esto después pero ni modo - ¿te parece vivir aquí en lo que encuentras algo "estable"?, y créeme puedes estar seguro que no lo diré de nuevo- lo digo algo nerviosa.

-¿Cambios?, adelante, no hay problema, sólo evitemos el esparcimiento de sangre innecesario en la habitación- Me quede pensativa, que clase de cambios podría requerir este pequeño lugar.

-Muy bien, entonces, ¡Bienvenido! o eso creo.