El té es bueno para el alma

La humeante bebida calentaba la taza que a su vez le provocaba una calida sensación en las manos. Había algo en los pequeños placeres que le reconfortaba. Podía disfrutar de aquello, no tenía preocupación, en aquella cafetería nocturna solamente estaba él y su bebida.

Que sabia? Había llegado hace poco a la ciudad. No tenía contactos aquí, era un desconocido, un comodín en la manga. Por que lado se decantaría? Por el suyo propio desde luego, pero por el momento no había bandos o lados. Sería necesario conocer gente.

Pero... ah, eso tendría que esperar ahora tocaba tomar una taza de té. El té es bueno para el alma.

Valdemar la miró, la mujer era atractiva, bella, casi parecía sacada de un sueño o de una fantasía intima. Aun así el joven había visto mujeres atractivas muchas veces. Se mordió el labio e intento controlar su voz, sabía que si hablaba se notaría demasiado así que simplemente señalo con un gesto a la silla de delante.

Dió un sorbo al té intentando desacelerar sus pensamientos.

-Tranquila, el sitio esta libre, de donde yo vengo es normal compartir mesa.

Sopesa un poco la jarra de té, aún queda bastante.

-Si pides una taza podemos compartir el té.

Valdemar no era muy amante de las fresas, aunque la tarta de queso sí le gustaba, no tendría problema en comerla. Tomó la mano de Anael apretandola con fuerza y caballerosidad, las manos de aquella chica eran suaves.

Perfectas

Los comentarios del pasajero eran lo bastante extraños para reclamar atención, por norma general no le gustaba la gente y aquello despertaba un leve interés en Victor.

-Puedes tutearme Anael, descuida, soy Victor.

Otro sorbo a la taza de té y una mirada tranquila a la mujer.

-Disculpa antes no pude evitar escucharte, hablabas con tu pareja? No parecías muy contenta.

Entendiendo Victor asiente levemente, deja la taza a un lado y con un tenedor tantea la tarta, apartando con cuidado la fresa y cortando con el canto un pedazo de la tarta de queso bajo ella. La pincha y se la lleva a los labios saboreando mientras escucha el final de la explicación de la joven.

-Vaya, pues aprovecha y descansa. Y si así lo quieres puedes hablar conmigo.

Se acaricia el mentón con tranquilidad y le sonrie.

-Y me tendras que disculpar, pero estoy desconectado del circulo de la moda. Me temo que si me dijeras para las marcas para las que trabajas ni siquiera me sonarían. Que trabajo hace un representante?

Victor no puede evitar enarcar una ceja ante el soberano endulzamiento del té. Mantener la figura de la muchacha no sería sencillo con tal cantidad de glucosa. Sobretodo si la ingería de una forma regular. Que tipo de ejercicio haría?

En lo que respectaba a su pregunta, había sido extraña el no trabajaba. Pero a que se dedicaba? A satisfacer su propia curiosidad principalmente. Si algo le llamaba la atención experimentaba con ello hasta que lo comprendía o hasta que se aburría. Su tiempo lo invertía n buscar y resolver puzzles. Pero que debía decir?

-No me ofendes, descuida. - Victor dio un trago al calido brebaje tomando un segundo para reflexionar en la respuesta. - Soy cientifico, ingeniero de hecho. Aunque me decanto por la química aplicada y la ciencia de materiales. Trabajar... no trabajo, soy mas de resolver cualquier cosa que llame mi atención.

Soltando la taza y tomando de nuevo el tenedor para pinchar un pedazo de tarta Victor sonrie a la mujer.

-Entonces crees que podría ser modelo? De perfumes? Por?

Aquella era una pregunta extraña. No estudiaba o investigaba para satisfacerse, lo hacía para entretenerse, para apagar por un momento el fuego que ardía en su interior. Para acallar las muchas preguntas que le venían a la mente. Cada nueva pregunta y cada nueva respuesta eran pequeñas perlas de privación sensorial en las que encontraba un pequeño desahogo.

-Satisfacción? El conocimiento es satisfactorio supongo, creo que hay gente que lo ve así. Resolver rompecabezas es algo que se me da bien.

algo que se nos da bien

El hombre parpadea mirando de nuevo a la chica.

se nos da bien

-Es algo que se nos da bien. Descubrir cosas nos satisface, ayuda a dejar de pensar. Pero... bueno... gracias por el cumplido, tengo cuidado de mi cuerpo. Mens sana in corpore sano.