El recolector de sangre.

Fue sencillo colarse en aquella fria sala, o mejor dicho; en aquella gigantesca nevera. Nadie se había fijado en el hombre que se colaba por una ventana del horpital en mitad de la noche cargado por una nevera portatil.
Tarde o temprano ella tendría que dejar que la transformasen. Tarde o temprano necesitaría sangre y no iba dejar que saliese a cazar. No dejaría que Artemisa la conviriese en el enemigo.

Además ella había dicho que no quería matar. Todo esto, las bolsas de sangre que rodeaban a Sin eran como pequeños donativos para la causa.

Abrió la pequeña nevera portatil y comenzó a llenarla de bolsas todo lo rápido que pudo hasta que se detubo repentinamente.

Tenía en sus manos la sangre favorita de Danae. Debía haber cojido demasiado fuerte la bolsa porque algunas gotas manchaban su mano e impregnaron la nevera del empalagoso aroma a oxido.

Se preguntó que seniria ella cuando la bebía. "Está prohibido" se repitió a si mismo mientras perforaba la bolsa con sus colmillos.
"Para. No debes hacerlo"

No fue bienestar lo que le inundó, sino ira.
El había sido un dios, y Artemisa le había robado su poder y lo había hecho mortal. Después, cuando murió, lo convirtió en un cazador. Uno mas entre sus filas, como si no recordase lo que había hecho, como si no lo viese capaz de cumplir nunca su venganza.

Pero apareció ella...Danae, la pequeña cazadora que le había hecho olvidar todo con solo una sonrisa. Y ahora se la habían arrebatado también.
Ese Deviant no podría protegerla. sin no quería que lo hiciera.

"Ella debe regresar a mi lado. Todo estaba bien cuando el no estaba" Le dijo una voz en su cabeza. No estaba seguro de que se tratase de su consciencia pero como fuese tenía razón.

-Me desharé de el de una vez por todas.

Terminó la bolsa de sangre y siguió llenando la pequeña nevera tranquilamente.
Se sentía mas fuerte que nunca.

...Se dice que la sangre de una virgen es tan fuerte como mil soles alusando un prado

mencionaba fingiendo mi voz a una un poco mas grave. Me encontraba recargando mi espala a un costado de la puerta con los brazos cruzados mirandolo beber.

es una terrible lastima que alguien como yo unca pueda sentir ese placer tan bajo como lo es el beber sangre

introdusco mi mano a mi saco sucio y extraigo una pequeña bolsa con sangre. La levanto a la altura de mi cabeza y con repulcion la miro, haciendo gestos denigrantes ante el liquido.

creo que mi sed se sacia con cosas mas..... finas

aprete la bolsa tronandola recubriendo mi brazo con la fria sangre.

-¿Que crees que haces?-Las pupilas de Sin estaban dilatadas-No la malgastes. Ella la necesitará pronto.-Hablaba como si estubiese claro a quien se refería con ella-

Lo miró de arriva a abajo con expresión aburrida.
-¿Quien y que eres? No te había visto nunca...

La nevera estaba llena, tenía que llevarla rápidamente a la cabaña de Danae. Antes de que Deviant aprovechara su ausencia.

oh ¿yo?, no te preocupes solo soy un don nadie, un miserable espectador. solo estoy aquí por el olor a muerte. es tan intenso en este lugar...


no dejo de observar mi brazo enrojecido con repulsión. Con un paño de seda limpio mi sucio brazo impregnando la sangre en el pequeño trozo de tela.

pero dime... es cierto?, la sangre virgen es tan potente?

acomodo mi vestimenta y mi peinado delineados por el viento. sonriente y orgulloso lo miro esperando su respuesta mientras me acerco a el lentamente

-Pues...aunque te sorprenda después de lo que has visto, no tengo ni idea. No acostumbro a tomar sangre.-Me levanto y cargo con la pequeña nevera.-¿Por que quieres saberlo?

Le miré con curiosidad. Tal vez mas adelante tendría unas palabras mas serias con el si daba problemas, por ahora como el habia dicho. Solo era un observador. Tenia que encargarme de Dev antes de que perdiese la fuerza extra.

mis motivos?, hehehe, eso no tiene nada de importancia, simple curiosidad. con el paso de los siglos, se escuchan tantas cosas pequeño...

le paso de largo dejando humeantes hueyas por donde piso, dandole la espalda y guardo mis manos en los bolcillos de mi negro pantalon al detenerme.

la mayoria son porquerias sin sentido de las cuales no se debe prestar atencion. Y entre tanta basura a veces brota algo brillante, algo que atrapa tu atencion

giro mi cabeza y lo miro sobre mi hombro.

nunca tuve la oportunidad de preguntar si esos disparates son ciertos o simples alucinaciones de un loco sin remedio.

Esa hielera por ejemplo. Crees que funcionara? no sera que son solo disparates tuyos?

saco de mi bolcillo izquierdo un pequeño frasco con caucho como tapadera conteniendo una minima cantidad se sangre de virgen. Miro el frasco sostenidoo con mi pulgar e indice.

no te gustaria probar al destino? ver que sucede?

-Como dije, no acostumbro a beber sangre...no se porque lo hice. Pero no tengo intención de repetir por ahora.- Me levante y salí de la sala refrigerante-Lo siento pero una preciosa dama necesita mis servicios en este momento.

Me alejé de aquel hospital tan sigiloso como habia entrado. Y borrando de mi nemoria a aquel tipo tan estraño. Tenía otras cosas que pensar.

corre..corre...pequeño corcel...

repito una y otra vez mientras me desvanezco entre las sombras dejando un olor a quemado y putrefaccion

corre... corre... pequeño corcel...