Paseo bajo la tormenta.

Había dejado que Deviant me llevara hasta el hotel pero no tenía intención de entrar por la puerta principal.
-Espera, para aquí-Bajo de su espalda y salto a mi ventana hábilmente.
La ventana había sido cerrada por dentro pero no me costaría mucho esfuerzo abrirla. Cojo una de las horquillas que uso para sujetar mi cabello hacia atrás y abro la ventana con facilidad.
Entro en mi habitación desatando ya mi bata y la dejo caer al suelo mientras me dirijo al lavabo donde lavo mis pies manchados de tierra.
Seco mis pies y cojo el primer vestido que encuentro en el vestidor. Lo contemplo con una sonrisa satisfecha; rojo, corto y escotado. Perfecto. Me calzo unos zapatos a juego y me coloco el vestido subiendo mas la liga donde ocultaba una daga y ocultando otra en mi escote.
-¿Sabes? Hace poco conocí a una vampiresa... Me preguntó si acaso me gustaba llamar la atención pero lo cierto es, que mientras vista así nadie se fijará ni en mi marca...ni en la posibilidad de que vaya armada hasta los dientes.-Sonrío maliciosamente.-Me gustaría volver a encontrármela y tomarme otro trago con ella.Creo que se llamaba...Amelia. Aunque se reirá de mi si comprueba que me han "cazado"

-Hace unos días en el bar del centro...-Hago memoria-Lo cierto es que me resultaba familiar, pero no quiso darme ningún apellido. Solo Amelia. Pero se la veía cómoda en aquel bar a pesar de los humanos, tal vez la veas por allí en otra ocasión.-Le miro algo dudosa.-Por cierto, ¿De que la conoces?

Le doy un beso tierno en los labios. Reconozco esa mirada y esa sonrisa a la legua, la había visto miles de veces dibujada en el rostro de mi hermano cuando por fin podía permitirme verle.
Esa chica solo podía ser un ser querido.
-Si por casualidad volviese a verla te informaré. Y la próxima vez trataré de averiguar algo mas sobre ella si así lo deseas...
No me sería difícil, el comportamiento de aquella chica era parecido al mío y me había dado la sensación de que buscaba a alguien.
Le doy un pequeño empujón a Deviant tratando de aliviar la tensión.
-Hey, no debo ponerme celosa, ¿verdad? Hace apenas diez minutos que salimos y ya tengo competencia...-Pongo una sonrisa burlona.-Esa chica era bella, tal veza Sin le interese ya que ahora no puede tenerme a mi como esposa...

-Lo se, no parecía que las atenciones de los hombres del bar fuesen de su agrado, tal vez fue por eso que me invitó a beber con ella.- Sonrío alegre al verle sonreír de ese modo. Parecía realmente feliz y por un segundo extrañé a Alec. [color=#000000]El volverá, siempre lo hace.
-Bueno cielo, creo que tu y yo teníamos una cita y ahora además, sospecho que un motivo de celebración de modo que dime, ¿donde te apetece ir?
Retiré el recuerdo de mi hermano de mi mente y me coloqué mi inseparable gargantilla de diamantes. Solo espero poder lograr hacerte tan feliz algún día como lo hace la simple mención del nombre de esa chica.

Miro a Siloco con una expresión algo triste, no parecía gustarle de su agrado separarse de su dueño.
-Estás en tu casa pequeño pero no asustes demasiado al servicio de habitaciones.-Lo cojo con cuidado y le doy un pequeño beso antes de dejarlo en la cama.
Vuelvo junto a Deviant y me agarro de su brazo.
-Cuando quieras cielo.