Analizando la victima

[i](Ya había encontrado al sujeto que me han encargado, pero antes de "quitarlo del camino" tengo que ver que tipo de persona es... aunque ya se ah visto algo apático desde el su lugar de trabajo hasta ahora. Me acerco rápidamente y choco con el, a lo que voltea y me dice que tenga más cuidado. No noto que Siloco ya estaba con el. El viejo truco de chocar, siempre tan útil, casi siempre tan efectivo.) Buena suerte amigo, mañana quiero un informe completo. (Me quedo observando como el tipo se va.) Aunque estoy casi seguro que tendré que acabar con el.

-Hay quien dice que ningún humano merece una muerte injustificada...-Estaba detrás de el, aún vestida con la ropa de entrenamiento.
Me había dado cuenta de lo que hacía y me había acercado sin pensar en que mi cabello estaba recogido, por lo que mostraba la marca de Artemisa.

-Dime, ¿que ha hecho este tipo para merecerla?-Jugaba con una pequeña daga que deslizaba entre sus dedos.
Ya no importaba la marca, si su intenión era matar a un humano inocente, tendría que impedirlo.

[i]Eso estoy por averiguarlo. (Volteo rápidamente, con un dedo le quito la daga y la mando a volar.) Venias a intentar matarme... (Atrapo la daga mientras cae.) o solo te gustan este tipo de juguetes?

-No tengo intención e atacar a nadie sin motivo...-Saco otra pequeña daga de debajo del camal de mis shorts.-Pero si tu mascota mueve su aguijón antes de tiempo lo apartaré de ese tipo. -Observé al tipo atentamente localizando a Siloco con facilidad.-No te haría daño Dev, ni tampoco a el. ¿De verad pensaste que venía a matarte? Dejé que bebieras de mi...

[i](La rodeo con un brazo mientras pongo la daga en su pecho) Siloco y yo tenemos largo tiempo en este negocio. No somos matones, ni cazadores. Somos asesinos. (Deslizo la daga hasta que lo escondo en su sostén) Matar es fácil, saber a quien, eso lleva tiempo.

-Nunca necesité pensar demasiado a quien matar, todo demonio está conenado o criatura que atente contra la humanidad merece morir...Esa es la primera regla de muchas.-Se me escapa una pequeña sonrisa-Pero es imposible no saltarse alguna de vez en cuando.

Le doy un pequeño beso en los labios.
-Pórtate bien cielo, no puedo protejerte de los otros guarianes. No mas de lo que ya lo he hecho.

[i]Esclavos de un capricho divino, es solo poder reprimido. (Me acerco a su oído) Matar lo que te dicen que mates. Solo actuar sin pensar. Recibir ordenes y ni un simple "gracias". Las divinidades tienen un sentido del humor muy extraño, casi, demoníaco. No te parece?

-No puedes imaginar hasta que punto estás en lo cierto...Primero ordenó mi muerte, después me convirtió en esto.-Pone una mano sobre su marca. Visto de cerca se ve que no es un tatuaje, sino una marca a fuego.- Ni siquiera se me conedió mi venganza como a los otros.

[i] Créeme que no quieres quemar tu alma con el fuego de la venganza. (La abraso fuertemente) Solo te va quemando por dentro, lenta y dolorosamente. (Me separo y la veo directo a los ojos.) Habla la voz de la experiencia. A pesar de seguir caminando, he muerto desde hace muchos años atrás.

Lo miro entristecida pensando en lo culpable que me había sentido al matar a mi hermano cuando "desperté". El me había perdonado con el tiempo, aunque no podía mantenerme cerca de el.
No puedes acercarte a familiares o amigos que tuviste en vida, aunque éstos sean Apólitas. Otra estúpida norma.
-¿Algún día me contarás que pasó? No es justo que yo te cuente todo y tu no me cuentes nada. Además, ayuda poder confiar en alguien de vez en cuando...-Le acarició con dulzura y localizo al hombre que observaba.-Vamos o lo perderemos.-Le agarro del brazo y le arrastro disimuladamente entre la gente, para recuperar algo de la distancia perdida.-Para ser un asesino te distraes fácilmente.

[i]Tengo un buen compañero. Con respecto a mi historia... sera cosa de otro día, ahora sera mejor investigar a quien a querido contratarme. Cambio de rumbo súbitamente.) Siloco me dará los detalles de la victima, ahora debo ver quien lo quiere fuera y porque.

Me coge de sorpresa pero me adapto al cambio rápidamente.
-Creí que se te daba bien leer las auras, ¿no deberías saber si es o no un buen tipo?- Bajo el tono- Te preocupas demasiado por si merece o no morir. Un asesino común mata primero y pregunta después...Aunque tu no eres nada común.

[i]Y aun así no has soltado mi mano. (Se me escapa una sonrisa.) Ademas, los humanos tienen un aura muy variada. Es mejor cubrir cada parte antes de hacer algo, no quiero equivocarme... (Mi paso se vuelve más lento.) No otra vez.

-Bueno yo...tengo que asegurarme de que no matas a un inocente...-Me sonrojo un poco, lo que había dicho era cierto hasta cierto punto. Resultaba agradable estar a su lado, incluso en una situación así. Sobre todo ahora que Sin me había dejado del todo libre.

La diosa no se molestaría en seguirme si pensaba que Sin había hecho su trabajo. No se molestaría en comprobarlo mientras mantuviera distancias con Ash. No sería dificil puesto que nunca le correspondí.

Eso me dejaba libre de acercarme a alguien después de mucho tiempo y me alegraba de haber conocido a alguien que captara realmente mi interés.

[i]Llegamos. (Nos detenemos de golpe en una esquina.) Allí esta el mensajero, la pregunta es, quien es el remitente? (Volteo a ver a Danae.) Segura que quieres seguir? Esto podría tardar un buen rato.

Me encojo de hombros.
-No tengo nada mejor que hacer, y como dije es mi trabajo vigilar que no mates a nadie sin motivos...-Le dedico una sonrisa pícara-¿O acaso te molesta mi compañía?

-He tenido que hacer esto en mas de una ocasión... Los nuestros no podemos ver el aura, por lo visto está conectada con el alma o algo así, y la nuestra la tiene Artemisa como rehén. Dice que es el modo mas seguro de protegernos de los daimons, para que no puedan detectarnos puesto que el alma es lo buscan.-Hice una pausa y lo miré divertida.-Todos sabemos que somos sus juguetes, solo nos utiliza para salvar a Apolo. Si quisiera proteger a los humanos o escogería gente como nosotros y nos daríoa todavía mas poder.
Recordé las palabras de aquel duque por el que me convertí y que resultó ser el primero de los azadores. Ash.
Recité su advertencia.
Ten cuidado con mostrar arrepetimiento por la gente a la que mataste, o rabia por los que te traicionaron porque Artemisa siempre busca nuevas mascotas a las que torturar.

Le dedico una sonrisa dulce.
-Si sigues tratándome así tendré que acompañarte siempre...

Observo a la pareja que se acerca al teatro. El es un vampiro, pero no soy capaz de descubrir que es ella. Solo hay una explicación.
Cazadora.
Observo atentamente el tipo al que observan, solo un humano débil pero parecen interesados, "tal vez pueda divertirme a su costa" . Me acerco al humano y le miro directamente a los ojos. El hombre se rinde rápido. Está bajo mi control.
Me dirijo a un callejón solitario con el humano siguiéndome.
Que comience el juego

[i]Pero qué? (Analizo la escena un momento. Paresia...) Control mental. (Apenas puedo detectar su aura. Es demasiado ostil.) Un demonio. (Muestro una sonrisa de locura.) Cuanto tiempo ah pasado desde un encuentro así. (Lo seguimos con cautela, aunque nuestro poder es grande, los demonios son impredecibles... casi.)

Pongo una mano en mi marca con un gesto de dolor y desato mi cabello para que cubra mas mi rostro. Mi expresión es fiera, mis pupilas están dilatadas y soy incapaz de esconder mis colmillos.
-Esto es... cosa mia...-Mas que palabras, lo que sale de mi boca parece un gruñido.
Avanzo entre la gente cabizbaja evitando que me miren directamente.

Agradezco haber venido directamente del entrenamiento, todabía llevo mi cargamento. Voy desatando la funda del paquete largo que cargaba a mi espalda dejando caer la tela al entrar en el callejón y mostrando lo que ocultaba realmente.
Una katana.
Al desenvainarla se ve un brillo rojizo rodeando la hoja de la espada.
-Te has equivocado de presa daimon...

-Yo creo que no pequeña... quería un cazador y tengo uno. Y supongo que el chico no tardará en llegar-Me relamo los labios como si saboreara algo delicioso.-Su alma es fuerte... Me ayudará a sobrevivir un tiempo...
Le entrego mi puñal al humano mientras le susurro algo al oído. El hombre se acerca el cuchillo al cuello y lo presiona contra su piel hasta que un hilo de sangre aparece. Sus ojos están apagados y no parece sentir ningún dolor.
-Si te acercas demasiado, este idiota se cortará el cuello.

[i](Rodeo el callejon por la parte alta de los edificios. Aterrizo detras del demonio.) Y si este idiota se corta el cuello, te despides de este mundo. (Saco unas dagas que tenia escondidas en las mangas de mi ropa. Apunto con una al cuello y la otra a la columna.) Definitivamente te has equivocado de presa.