Suite con vestidor

Danae entró con los brazos repletos de bolsas en el hall del hotel. Casi inmediatamente acudió un botones para aligerar su carga.
Se acercó a la recepción y colocó la tarjeta sobre el mostrador.
-Tengo intención de quedarme un tiempo por aquí, así que necesito una habitación GRANDE con un vestidor.-Sonrió cordialmente-¿Será posible?

El recepcionista le ofreció la suite de lujo que Danae aceptó alegre. Cogió la llave y se dirigió a su habitación, girándose para decirle algo más al recepcionista.
-Si viene un chico de cabello claro y pregunta por mi, dile que cenaremos esta noche en la ciudad. Y que se ponga guapo.-Hizo una pausa.-Pueden darle mi numero de habitación, es mi hermano.

Ya en su habitación Danae se dio un largo baño caliente, se puso uno de sus nuevos conjuntos de lencería fina y un vestido de satén blanco sin tirantes que parecía acoplarse perfectamente a sus curvas a juego con sus nuevos zapatos. Apenas uso maquillaje, decorando su piel alrededor de los ojos y las pestañas con pequeñas piedras brillantes. El carmín era de un rojo oscuro que destacaba sobre la pálida piel y su cabello ahora lacio, caía por su espalda asta la cintura. Ahora podían distinguirse algunos mechones teñidos de azul y morado.

Cuando estuvo lista se decidió a poner algo de música metal mientras metía su nueva ropa en el vestidor.

Danae cantaba a viva voz, seguramente molestando a sus vecinos con el escándalo. Pero había pagado una fortuna por la suite, así que debía de tener sus ventajas.

-I envy the 9 lives that gave me hell(8)

Alec tocó antes de abrir la puerta con la llave que el recepcionista le había dado.
Se quedó boquiabierto cuando vio la escena. Su hermana saltando y bailando descalza y cantando como cuando era niña. Hacia mas de un siglo que no la veía tan feliz.
-Creo que tenemos una cita hermanita.-Se fijó en ella mejor, mirándola de arriba a abajo. Desde luego no parecía una niña. El pelo lacio le daba un aspecto mas delicado a su rostro, habiéndola parecer mas un ángel que el demonio que en realidad era.-Te ves realmente bien.