En busca de presas

Me adentré en los callejones mas oscuros de la ciudad pensando en que si habían Daimons, encontraría por aquí su rastro, pero solo halle un viejo vagabundo borracho desplomado en el suelo.
-Humanos... sois tan patéticos...

El vagabundo lo miró con odio y le lanzó una botella vacía. Su error fue acertar el golpe.
Se acercó rápidamente al vagabundo.
-Nunca me gustó obedecer a esa bruja pelirroja.
Le mordió y bebió de el hasta que dejó de notar su corazón latir. Estaba muerto pero Sin, en cambio, se sentía nuevamente vivo y lleno de fuerza.
-Gracias amigo-dijo cortándole la garganta para disimular el mordisco-Tal vez encuentre alguna mujer con la que desfogarme ahora...-Le arrebató una segunda botella de vino medio llena y la alzó antes de dar un largo trago- A tu salud.

Danae salió de la discoteca tras el chico humano, miró al vampiro que había unas calles mas abajo, pero no le dio importancia viendo lo que le había hecho a ese vagabundo.

Danae se acercó al chico asegurándose de que la escuchara, de que la viese. La miró de arriba a abajo intentando no caerse. Iba bastante borracho.

Danae se acercó a el contoneándose, y le empujó hacia la pared.
El chico se acercó para besarle. (Ingenuo...)
El rostro de Danae se ensombreció y dejó salir sus colmillos, pero no atacó inmediatamente. Quería contemplar la expresión de horror del chico.
Una vez escucho el grito ahogado de su presa atacó.
Dejó que su boca se llenara de sangre. Podía notar como los latidos del muchacho se calmaban, empezaba a disfrutar del mordisco.

Entonces paró, dejándolo caer suavemente al suelo.
El chico la miró suplicante. Quería mas.
-Todavía no cielo- Le susurró al oído- No eres solo para mi.

Observó su reflejo en un viejo espejo apoyado en un contenedor. Volvía a verse con claridad, pero no le gustó lo que vio. Estaba manchada de sangre.
Rasgó la camiseta del chico, que le dedicó una débil sonrisa esperanzado. (Dudo que le importe...)
Empezó a limpiarse la sangre de la cara, cuello y pecho.

Sin miró descaradamente a la vampiresa.
Era exactamente su tipo, decidida, cruel y claramente descarada.
Miró a su difunto compañero de reojo.
-Una verdadera lástima, por lo visto ya está esperando a alguien...-Pero no se movió.
Siguió allí en pie, recostado contra la pared del oscuro callejón. Observando a bella vampiresa, que parecía estar retocándose para el. Solo que no era del todo así.
Se preguntó quien sería en pobre desgraciado al que seguramente, pronto rompería el corazón.
-Escúchame bien amigo- Dijo dirigiéndose al cadáver del mendigo- Ese tipo de mujeres nunca son de fiar... Saben que tienen poder y disfrutan usándolo. Después simplemente se deshacen de ti...-Lanzó un largo suspiro-El tipo de mujer que hace que uno se vuelva loco.

Viendo que no venía, Danae terminó de beber del chico sin demasiada suavidad.
Esta vez no se molesto en limpiarse al terminar. Seguía necesitando diversión.

Sonrió al ver que la vampiresa se había cansado de esperar.
-Debe ser mi día de suerte...-Dijo acercándose a ella con una sonrisa burlona.
Cuando la alcanzó cogió la camiseta hecha jirones y se dispuso a seguir con la labor que ella había abandonado, limpiando con cuidado la sangre todavía fresca.
-No puedo creer que alguien se halla atrevido a dejarte sola- Dijo mirándole directamente a los ojos.-Tu chico debe ser un mal tipo, o simplemente un cobarde.

La sonrisa burlona se borró de repente de su cara. Lo último que quería era ofenderle.
Se acercó a su oído para susurrarle "yo no te dejaría sola ni loco"

Le apartó bruscamente, a la vez que sacaba un machete que escondía en una de su botas.
-Mira monada, resulta que no necesito a nadie que me vigile.- Le pateó el estomago y le puso el machete en el cuello.-Además, ¿que clase de pervertido se dedica a espía a chicas que salen de la discoteca?-Lo miró de arriba a abajo.-Y te alegrará saber que no era "mi chico". Acababa de conocerle, pero no quiso compartir la cena.-Hizo un gesto de indiferencia y retiró el machete.
-Solo quería un ratito de diversión...

Se alejó un poco mientras se acariciaba el cuello bajo la llamativa gargantilla de diamantes. Tenia una marca fácil de reconocer. No hacia mucho que la habían mordido.

Se llevó la mano al estómago dolorido(Una chica dura...).
-Vaya, entonces es eso...-Se acercó a ella con cuidado, no quería recibir otro golpe -Una adicta a la mordida...- Desabrochó la gargantilla para ver mejor la amoratada marca.-Nunca entenderé porque seguís queriendo ser la presa.Pero si es lo que deseas preciosa, yo mismo podría morderte-Hizo una pausa antes de dejar salir sus colmillos- Por cierto me llamo Sin.

-No hay nada mas excitante que la mordida de un vampiro...Se nota que nunca te alimentaste de uno de los nuestros.
Su rostro se iluminó ilusionado.
-Es como si al beber del otro pudieses conocerle al completo. Ves su historia, sus miedos, su deseo...-Parecía perdida en sus recuerdos-No sabes lo bella que soy a los ojos de algunos hombres...Cien veces mas bella de lo que yo misma me vea, es una sensación increíble.

Su rostro se endureció de golpe, recordando al chico que había rechazado su oferta de sangre.
-Pero ya no me apetece...Ahora quiero darme un chapuzón.-Salió corriendo en dirección al lago

-¿ Vendrás a bañarte conmigo?-No se detuvo al hablar seguía corriendo hacia el lago mientras desabrochaba el ceñido corsé.-Por cierto, mi nombre es, Danae