Un ratito de diversión

Danae entró en la discoteca con la cabeza alta. Los tacones hacían que su presencia fuese mas espectacular de lo habitual, pero en este momento no le importaba. No se fijaba en como la observaban, sus ojos buscaban únicamente un podio donde subir a bailar y deshacerse del estrés de un largo viaje.
Cuando por fin lo encontró simplemente dejó que el ritmo de la música la controlase.

Por primera vez desde que había empezado a bailar abrió los ojos encontrándose con los de el chico que acababa de llegar. Se quedo paralizada un par de segundos antes de seguir bailando y después le dedicó una sonrisa de complicidad y le indicó que se acercase mientras susurraba "asesino..".

Alec entró en la discoteca y trató de localizarla. No tardó apenas un minuto en verla en el podio indicándole a alguien que se acercase.
-Maldita seas hermanita... acabas de llegar y ya te estás metiendo en líos..

Se acercó a la barra y pidió un chupito de tequila. Siguió observando el podio sin acercarse, suplicando entre dientes que al que llamara su hermana no fuese otro humano.

[i](Me acerco lentamente, pues es obvio que me ah identificado)-Al parecer no me he quitado la sangre debidamente. Ese matón de segunda se movía demasiado-(Una vez cerca, había que iniciar la conversación)Te estas divirtiendo, pequeña?

-Podría divertirme todavía mas...-Se acercó a su oído mirando al recién llegado de reojo- No te preocupes asesino, no es fácil desprenderse del olor a sangre de la piel... Un asesino reconoce a otro a simple vista.- Le besó la mejilla olvidándose del otro chico.- Danae Dragomire.
Se giró rápidamente al ver un humano que salía solo a la calle.
-Ahí va mi cena- Dedicó una sonrisa a su acompañante- Aunque, podría compartirla...

No esperó la respuesta, ya se dirigía a la salida del callejón.

[i](Miro como sale por la puerta principal). Je, este lugar pretende mucha diversión. Sera mejor estar listo para cuando la "fiesta" comience. (Recojo mis cosas y salgo del lugar en busca de el sitio especificado por la carta de mi hermana).

Alec suspiró aliviado al ver que el chico se retiraba. No había entrado en su juego, pero el chico humano ya debía estar muerto.